domingo, 14 de febrero de 2010

¿FE O TEMOR?

Los hombres sacan mejores calificaciones que las mujeres en los exámenes estandarizados de matemáticas. Sin embargo, dos psicólogos, Diane Quinn y Steven Spencer, descubrieron que podían influir el resultado simplemente cambiando las expectativas. A la mitad del grupo experimental se le dijo que participarían en un examen diseñado para medir su habilidad matemática. ¿El resultado? Las mujeres obtuvieron un puntaje de 10 mientras que los hombres típicamente obtuvieron 25. ¿No es cierto que esto parecería indicar que los hombres son más inteligentes que las mujeres para las matemáticas?
Pero espere para saber el resto. A la otra mitad del grupo experimental se le dijo que se les daría un examen “equitativo para ambos géneros”, donde tanto los hombres como las mujeres sacarían buenos puntajes. ¡Tanto los hombres como las mujeres obtuvieron puntajes de 20! ¡En otras palabras, a las mujeres les fue mejor, y a los hombres les fue peor!
¿Qué es lo que hizo la diferencia? ¡Sus expectativas! Espiritualmente sucede lo mismo; la fe determina el resultado. Si usted tiene esperanzas y sueños, probablemente se tornarán en realidad. Pero si usted vive atemorizado, probablemente le sucederá lo que dijo Job: “Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía” (Job 3:25).
Goliat, filisteo equivalente a Rambo y al Exterminador del cine, desafió a Israel a que enviara al mejor de sus valientes para tener un duelo con él. “Y todos los varones de Israel que veían aquel hombre huían de su presencia, y tenían gran temor” (1 Sam. 17:24). Estaban paralizados por el temor. Antes de poner un pie en el campo de batalla, ya estaban derrotados.
Pero David, aun cuando era menor y menos experimentado, confió en Dios, y mató al gigante con una piedra bien colocada en la honda que usaba como pastor de ovejas.
¿Cuál es su Goliat? ¿Qué es lo que usted teme? ¿Es la inseguridad de su trabajo? ¿Problemas en su matrimonio? ¿Está usted preocupado de perder algo que atesora? ¿Teme una enfermedad terrible?
Cualesquiera que sea la naturaleza de su Goliat, el mensaje de Dios es: entregue su Goliat a Dios, y pídale que le conceda la capacidad para considerar su problema a través de los ojos de la fe, viendo posibilidades y resultados positivos.
El temor destruye y paraliza. La fe da poder y liberación. Usted puede conquistar hoy mismo sus temores, simplemente haciendo lo que tanto tiempo atrás Jesús dijo a Jairo, el padre de la niñita que había muerto: “No temas. Cree”.